jueves, 14 de febrero de 2019

¿Con alargadera o sin alargadera?

Nos gusta cuando las PreCliqueras y PreCliqueros dejan preguntas "sobre la mesa" y nos hacen partícipes. Ese fue el caso de Eva Tizón que proponía la pregunta que trataremos de resolver hoy.

¿Existe diferencia en cuando a la incidencia de flebitis con el uso de llaves de tres pasos con o sin alargadera?

La propia Eva enlazaba un trabajo de fin de especialidad enfermera que aborda este tema. Este trabajo, que es una revisión de la literatura, concluye que la incidencia es mayor con el uso de alargadera. Sin embargo, en este mismo texto destacan las debilidades de los textos revisados por no ser uniforme la manera de determinar la presencia de flebitis y disponer de pocos participantes.

Nuestra misión, como siempre, es intentar arrojar toda la claridad que "el método PreClic" pueda ofrecer.

Bancos de preguntas

En Preevid encontramos una pregunta de 2016 que responde a esta misma duda y extraen los siguientes puntos:

  • De la GPC de dispositivos intravenosos en adultos (a la que hemos recurrido varias veces ya en PreClic):
    • No encuentran evidencia que aborde el tema específicamente.
    • Aconsejan que cuando se requiere uso compartido de una vía se empleen en "Y" (frente a canalizar otra vía).
    • No encuentran diferencias entre el uso de alargaderas con llave de tres pasos o alargaderas bifurcadas.
    • Sugieren que la llave de tres pasos no debería ir integrada con la alargadera para así permitir su recambio independiente en caso necesario.
    • Todas estas recomendaciones son de carácter débil por estar basadas en la opinión de los expertos.
  • De un protocolo de enfermería señalan:
    • Que para evitar la flebitis mecánica se deben usar alargaderas cortas con clamp, para distanciar la zona de manipulación de la de inserción. Además, sostienen, facilita el mantenimiento de la presión positiva.
  • Revisan también un estudio español categorizado como de "cohortes" (aunque a nuestro juicio, en un ensayo clínico, con debilidades metodológicas, pero un ensayo). De sus resultados concluyen que el uso de alargadera disminuye la aparición de flebitis (de tipo mecánica).
  • El último trabajo que consideraron fue otro estudio español de tipo descriptivo (y retrospectivo según entendemos de su lectura) que no encontró asociación entre el uso de alargaderas y flebitis.
Seguimos nuestra búsqueda en Picuida, que no tiene registrada ninguna pregunta al respecto.

Guías de práctica clínica

Esta vez nos "saltamos" la visita a Guiasalud porque en el anterior apartado ya se ha revisado el documento correspondiente. 

Así pues, viajamos hasta UK para ver qué nos ofrece NICE, pero no econtramos nada en esta ocasión.

Revisiones sistemáticas

Es parada obligatoria la Biblioteca Cochrane, aunque tampoco encontramos nada para hoy.

Búsqueda bibliográfica

Última parada, nuestro querido MEDLINE a través de PubMed (esta diferenciación seguro que hoy puede llamar la atención de nuestros precliqueros que hayan concurrido al examen EIR de 2019).

Imagen: elaboración propia
Usamos una estrategia bastante sencilla: 

"Catheterization, Peripheral/adverse effects"[Mesh] AND extension 

Que nos devuelve 13 resultados. El primero de ellos es el único relevante. Se trata de un artículo (1)  que también aparece en el documento que enlazaba Eva. Es un estudio de cohortes (español, de nuevo) que observó a 178 pacientes. En el análisis multivariante (donde intentaron predecir qué aspectos influían más en la aparición del resultado) concluyeron que el calibre (mayor) y la presencia de alargadera se relacionaban con la aparición de flebitis. Merece la pena resaltar que ninguno de los pacientes incluidos en este estudio contaba con una llave de tres pasos.

Una segunda estrategia nos ha devuelto más resultados, hasta 20:

"Phlebitis/etiology"[MAJR] AND vascular access 

Y extraemos el artículo titulado Nursing care as a predictor of phlebitis related to insertion of a peripheral venous cannula in emergency departments: findings from a prospective study (2).

En este estudio no "miran" concretamente el uso de alargaderas, pero lo consideramos de interés para abrir el abanico de posibilidades que se relacionan con la aparición de flebitis. Las conclusiones de los autores son que un mayor nivel de cuidados de enfermería reduce la incidencia de flebitis, entendiendo éstos como los aplicados por enfermeras con más formación y en hospitales especializados.

Conclusión de PreClic

El resultado de nuestra búsqueda arroja conclusiones contradictorias y, en todos los casos, de bajo nivel de confianza. Consideramos que en el momento actual no se puede dar una respuesta satisfactoria a la pregunta de si las alargaderas influyen de alguna manera en la aparición de flebitis.

Asimismo, desde nuestro punto de vista, basado en las lecturas realizadas para esta respuesta, la flebitis puede ser resultado de diferentes factores, como la naturaleza de la medicación que se infunda, la zona de punción, los cuidados del punto de inserción, etc.

Otro "temazo" para investigar. Cuando hay poco y de calidad baja... hay que meterse a por ello.



Referencias
1. Arias-Fernández L, Suérez-Mier B, Martínez-Ortega M, Lana A. Incidencia y factores de riesgo de flebitis asociadas a catéteres venosos periféricos. Enferm Clin. 2017;27(2):79-86.
2. Palese A, Ambrosi E, Fabris F, Guarnier A, Barelli P, Zambiasi P et al. Nursing care as a predictor of phlebitis related to insertion of a peripheral venous cannula in emergency departments: findings from a prospective study. J Hosp Infect. 2016;92(3):280-286.



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