jueves, 13 de junio de 2019

El caloret y las vacunas

Con el caloret del verano que está al caer, nos llega una pregunta sobre la cadena de frío en las vacunas que versa así:

Mi pregunta es la siguiente, en el trabajo vacunamos diariamente. Ha venido una compañera y calienta las vacunas en el secamanos de aire caliente que tenemos en la enfermería. Mi duda es si con el calor, ya que se cambia la temperatura de la propia vacuna al sacarla de la nevera, si se rompe la cadena de frío y si es buena práctica realizar el calentamiento del líquido a inocular.

Tomamos nota y empezamos a buscar.

Bancos de preguntas
Revisando los bancos de preguntas que nos resuelven rápidamente dudas:

Primera parada en la andaluza PiCuida. Buscando con los términos “vacuna calor” o “vacuna temperatura” o “ vacuna estabilidad” no obtenemos resultados que respondan a la pregunta planteada.

Llegamos a Preevid con la misma estrategia de búsqueda y los mismos resultados: nada en cuanto al precalentamiento de la vacuna.

Guías de práctica clínica
Consultamos en GuíaSalud, a ver si alguna guía de pediatría o administración de vacunas nos resuelve la duda. Seguimos buscando “vacuna temperatura” y luego “vacunas” una opción bastante abierta para generar más resultados (aunque no nos solucionen la vida).

Buscamos en el Manual de procedimientos básicos de enfermería en atención primaria de la Comunidad Valenciana donde se hace referencia a su conservación y administración. En cuanto a la temperatura se deberían conservar entre 2 y 8 ºC en nevera y encontramos un algoritmo de actuación frente a la interrupción de la cadena de frío. Se considera que a partir de 8h sin refrigeración es una interrupción. Además de que la guía está caducada, no ofrece respuestas para nuestra pregunta.
Fuente: wikimedia commons

Encontramos la Guía practica de administración de vacunas para enfermería del CECOVA, en la que habla de atemperar las vacunas dejándolas 10 minutos fuera de la nevera para que no causen tanto dolor. También indica que las vacunas orales no se deben calentar y se tienen que administrar fresquitas.

Seguimos nuestra búsqueda en NICE y lo hacemos con los términos vaccine temperature y simplificando a vaccine filtrando por Guidance. Muchas fiebres y enfermedades pero nada sobre el precalentamiento de la vacuna antes de su administración.

Al otro lado del charco, en RNAO y Choosing wisely pero no tenemos suerte, tampoco encontramos nada que responda a la duda de esta semana.

Revisiones sistemáticas
Accedemos a The Cochrane Library para buscar buenas revisiones sobre “vacunas estabilidad” o “vacunas” a secas arrojando escasos resultados que poco tienen que ver con calentar vacunas con un secamanos.

Búsqueda bibliográfica
Nos vemos obligados a buscar en la base de datos Medline (a través de PubMed). En ella hemos realizado una búsqueda con los términos: vaccines AND administration sin encontrar resultados relevantes.

A continuación hemos probado otra estrategia, con términos controlados: ("Injections/adverse effects"[MeSH Terms]) AND "Pain/prevention and control"[MeSH Terms] y el filtro Guidelines activado. Nos devuelve un solo resultado, una guía canadiense de 2015 para reducir el dolor en las vacunaciones en pacientes de todas las edades. Con respecto al calentamiento de vacunas hacen una recomendación en contra de esta práctica (con un nivel de evidencia bajo).

Si eliminamos el filtro, nos encontramos con has 500 resultados, así que probamos con otros como Review y Clinical trial. De entre todos, hallamos otro documento relevante (aunque antiguo, de 2003). Se trata de un ensayo clínico aleatorizado en el que se estudió el impacto de la temperatura en el dolor percibido cuando se administra la vacuna TD en adultos (mayores de 16 años). Asignaron a los 150 participantes a recibir la vacuna fría (19,1ºC), calentada con las manos (26,9ºC) y calentada en una incubadora (28,9ºC). Se midió el dolor a los 5 minutos, 24 horas y 48 horas no hallando diferencias entre los grupos.

CIMA-AEMPS
El recurso indispensable cuando hablamos de fármacos. Hemos revisado un par de fichas técnicas al azar (ya que en la pregunta no se especificaba ninguna vacuna concreta) para verificar si el fabricante hace alguna recomendación a este respecto.

En la ficha de Boostrix ®️ (DTP + polio en jeringa precargada) no se hace mención al calentamiento, solo a la zona de administración.

En la ficha Pentavac ®️ (DTP + polio en en polvo + suspensión para inyección) declara que la vacuna debe administrarse inmediatamente después de su reconstitución. Su conservación debe ser entre 2ºC y 8ºC, si bien es cierto que recomienda que la jeringa ya cargada se agite para conseguir un resultado homogéneo y, probablemente, esta manipulación caliente en alguna medida la vacuna.

Googleando por sociedades
Buscamos en la Sociedad Española de Pediatría y encontramos el Manual de vacunas en el que se habla del acto de vacunación. Ofrece una serie de recomendaciones entre las que se encuentra la de frotar la vacuna antes de la administración. Esta es una recomendación de consenso entre autores (lo que se traduce en bajo nivel evidencia).

En este manual nos habla además de la cadena de frio, y la define como el mantenimiento de las condiciones ambientales de temperatura y luz desde que la vacuna sale de la farmacéutica hasta el momento de su administración. Por lo tanto, si estamos calentando la vacuna en el momento de la administración ¿realmente se está rompiendo la cadena de frío? Y no lo dejamos ahí, seguimos en este apartado y encontramos una tabla en la que se muestran los tiempos de estabilidad de las vacunas a diferentes temperaturas. ¡Por fin hay algo de luz en el calor del secamanos por el que nos preguntaban!

Así podríamos resumir que entre 22-25ºC la mayoría son estables el tiempo suficiente como para ser administradas (a excepción de ProQuad, Trumenba y Stamaril en las que se desconoce el tiempo de estabilidad para estas temperaturas). Podéis revisar la tabla completa en este enlace del Portal MurciaSalud (actualizado en mayo de 2019).

En la revista de Pediatria de Atencion Primaria encontramos un artículo en el que revela diferentes técnicas de administración de vacunas, e incluye el atemperamiento que lo describe como una técnica sin suficiente evidencia que lo respalde.

Conclusión de Preclic

La temperatura a la que la estabilidad de las vacunas está garantizada está descrita por cada fabricante. Siendo 25ºC la temperatura y, al menos, 24 horas el periodo aceptados por la mayoría (algunas vacunas lo superan esta temperatura y periodo). Así pues, calentarlas antes de su administración no parecería, a priori, una práctica  que comprometiera su estabilidad (respetando las temperaturas máximas para cada preparado).

Por otro lado, la práctica de calentar la vacuna antes de administrarla carece de base científica para la reducción del dolor. Por ello, este aspecto debería ser investigado para poder hacer recomendaciones sólidas. 

Por último, nos queda la duda de si calentar las vacunas frotándolas con las manos (como hemos leído) o con el secamanos (como nos preguntaban) se pueden considerar equivalentes. Es fácil ver que la velocidad en el cambio de temperatura será diferente en función de la técnica. Además, en la escasa literatura que menciona el calentamiento, se sugiere que la vacuna debería alcanzar una temperatura similar a la del cuerpo (lo que superaría los 25ºC). En nuestra experiencia con secamanos por aire, hemos probado desde los que emiten aire frío, hasta los que casi queman si aproximamos las manos.

Por tanto, la recomendación más prudente, en este momento, nos parece que sería no calentar las vacunas antes de su administración por medios diferentes a la exposición a temperatura ambiente.




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