Si nos estuviéramos preguntado por la cesta de la compra, y esos productos en los que es posible decidir (como la fruta y verdura, frutos secos, cereales...) casi sin pensar diríamos ¡a granel! Por economía, por ecología, por conciencia.
Ahora bien, la pregunta de esta tarde merece ser contestada de una manera más pausada. Stefa nos preguntaba si, en el contexto de una UCI, era aceptable usar un envase de suero fisiológico (SF) para cargar jeringas varias veces. Y esto para el uso más habitual, como medicación en bolos diluidos, limpiar vías, etc. dejando este envase o bien cerrado con una aguja clavada y un tapón, o puncionando el envase del suero en cada ocasión. En contraposición estaría la opción de usar los envases monodosis de 10cc.
Bancos de preguntas
Nuestro queridísimo Preevid contiene varias consultas sobre el manejo de catéteres venosos, tanto periféricos como centrales. De entre las halladas, hemos seleccionado una que hace referencia a jeringas precargadas con suero fisiológico (aunque sea muy antigua, de 2006). No encontraron en aquel momento referencias que despejaran nuestra duda.
En PiCuida también encontramos una consulta similar al tema de esta tarde. Parte de la pregunta se centraba en por cuánto tiempo es seguro utilizar un envase de 500 ml de SF cuando éste se prepara en un box de urgencias en previsión de ser necesitado (y finalmente no ser usado). En la respuesta que se facilitó se hacía referencia a la ficha técnica recogida en CIMA de un preparado de SF 0,9 % y, en concreto, a las siguientes recomendaciones del fabricante:
- No sacar la bolsa de su sobrebolsa hasta que esté lista para su uso.
- Deseche después de un solo uso y desechar también, cualquier porción sobrante.
Guías de práctica clínica
En Guiasalud volvemos una vez más a consultar el documento de referencia en estos temas, la
Guía de Práctica Clínica sobre Terapia Intravenosa con Dispositivos no Permanentes en Adultos. Por desgracia, no encontramos respuesta.
Damos un vistazo a otras guías aprovechando las pistas que nos ha dejado la entrada de Preevid. En primer lugar Standards for infusion therapy del Royal College of Nursing. Esta guía publicada en 2016 está actualmente en revisión, por lo que este año las recomendaciones podrían verse modificadas o matizadas. En cuanto al mantenimiento de vías con SF solo apunta que
- Una solución estéril de SF 0.9% debe ser usada para realizar emboladas (flush) y sellar las luces de los catéteres que son accedidos con frecuencia.
- Se deben usar emboladas de SF al 0.9% a menos que se haya proporcionado una jeringa precargada específica para el dispositivo médico concreto (y que la propia jeringa precargada sea considerada como un dispositivo médico)
Por otro lado, leemos también las recomendaciones del documento Care and Maintenance to Reduce Vascular Access Complications de la Registered Nurses' Association of Ontario, que también está en proceso de revisión en este momento.
En esta guía, como en la británica, se hace especial hincapié en la necesidad de las emboladas (flush) con la técnica start-stop mediante jeringas de, como mínimo, 10cc. En cuanto al líquido a utilizar, coinciden también en la recomendación del uso de SF 0,9 % sin hacer mención a los preparados unidosis o precargados.
Revisiones sistemáticas
En la Biblioteca Cochrane encontramos varias revisiones comparando el mantenimento y sellado de catéreres (periféricos y centrales) con SF o heparina. Sin embargo, no hallamos nada que se ajuste a nuestra necesidad de hoy. Seguimos buscando.
Búsqueda bibliográfica
Esta será la última parada de la tarde, ya que CIMA-AEMPS la hemos visitado antes de la mano de PiCuida.
Nos dejamos caer por PubMed/Medline para poner el broche a esta búsqueda y, bingo, tenemos suerte con nuestra pesquisa.
El primero texto que hemos revisado es de autores españoles y muy reciente (de 2019). Se trata de un estudio cuasi experimental con diseño antes-después. El estudio se llevó a cabo en 3 hospitales (dos españoles y uno italiano) e incluyó un total de 3853 catéteres venosos periféricos (CVP). En sus resultados obtuvieron que en el periodo de uso de jeringas precargadas se disminuyó el porcentaje de fallos de CVP (57 % vs 43,4 %).
En su discusión argumentan que el uso de las jeringas precargadas aumenta el cumplimiento de las recomendaciones de mantenimiento de CVP por parte de las enfermeras porque ahorra tiempo (al no tener que cargar desde una bolsa o una ampolla) y, al mismo tiempo, facilita el uso de un líquido estéril para las emboladas.
Otro artículo localizado fue otro estudio, esta vez ensayo clínico, de 2018. En este caso el estudio se centró en pacientes pediátricos oncológicos y en catéteres venosos centrales (CVC). Participaron 48 pacientes que fueron aleatorizados a recibir emboladas con jeringas cargadas manualmente vs precargadas con SF. En sus resultados no hallaron diferencias estadísticamente significativas en cuanto a oclusión, obtuvieron menos oclusiones en el grupo de jeringas precargadas. Como los propios autores afirman, la pequeña muestra empleada no permite hacer afirmaciones rotundas con sus resultados.
Conclusión de PreClic
En vista de los resultados de esta búsqueda, creemos que la pregunta que está sobre la mesa no es si debemos usar envases grandes de SF frente a ampollas monodosis, sino que, la cuestión es enfrentar cualquiera de las opciones anteriores con las jeringas precargadas de SF.
Puesto que parecen aumentar el cumplimiento de las recomendaciones de mantenimiento de los accesos vasculares (por el ahorro de tiempo y la comodidad de uso) y también disminuyen los fallos de catéter (por reducir la probabilidad de infección), la recomendación sería usar estas jeringas para el mantenimiento de catéteres venosos. Asimismo, las recomendaciones del fabricante que se desprenden de la ficha técnica invitan a no utilizar SF de un envase que no esté intacto.
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