jueves, 31 de mayo de 2018

En pediatría ¿povidona iodada o clorhexidina?

Foto: elaboración propia
Hace unas semanas publicamos en este mismo blog una entrada sobre el uso de povidona iodada frente a clorhexidina que tuvo muy buena aceptación. De entre las cuestiones que se comentaron entonces, surgió la pregunta sobre qué sabemos del uso en pediatría. Pregunta propuesta por Ana (@amori_1970).

Dado que se trata de un producto sanitario, lo primero que hemos hecho es acudir a la Agencia Española del Medicamento y el Producto Sanitario. Allí hemos encontrado fichas técnicas de diferentes productos compuestos por povidona iodada (podéis ver dos ejemplos aquí y aquí). De su lectura extraemos la siguientes conclusiones:
  • El uso de povidona yodada 10 % (PVP) está contraindicado en neonatos (0 a 1 mes).
  • Según la misma fuente, aplicada a heridas extensas, quemaduras o durante un largo tiempo: “puede producir efectos sistémicos adversos, tales como acidosis metabólica, hipernatremia y trastornos de la función renal, hepática y tiroidea (especialmente en niños)”. Por lo que se recomienda la realización de pruebas de la función tiroidea en caso de ser necesario el uso. Además hemos de tener en cuenta que la povidona iodada puede interferir en los resultados de las pruebas de función tiroidea; o dar falsos positivos en las pruebas para la detección de sangre oculta en heces u orina.
  • No obstante, si la utilización en niños entre 0 y 30 meses fuese necesaria: “se limitará a una aplicación breve y poco extensa, seguida de un enjuague con agua estéril”, según explica otra de las fichas técnicas del producto.
  • No debemos de olvidar que en mujeres en periodo de lactancia la povidona yodada aplicada en áreas extensas de la piel y/o de manera continua, puede ser absorbida y atravesar la barrera placentaria. En tal caso, puede ser excretada en la leche materna y producir hipotiroidismo en el lactante. 
¿Y qué pasa con la Clorhexidina digluconato 10 % (CH)? Siguiendo la misma estrategia, hemos revisado las fichas técnicas de productos que contienen este antiséptico (os dejamos otros dos ejemplos aquí y aquí). Veamos:
  • La Clorhexidina digluconato 10% se puede usar en menores de 30 meses, pero con prescripción médica. Esto es debido, entre otros motivos, a que las soluciones cutáneas como desinfectante se han asociado a quemaduras en neonatos. Tienen un riesgo mayor los nacidos antes de la semana 32 (aunque la frecuencia exacta de estos casos es desconocida).
  • Precisamente, sobre este efecto adverso Preevid ha realizado recientemente una búsqueda donde se describen más detalladamente los estudios que sustentan esta afirmación.
  • En el resto de población pediátrica, no se dispone de datos de calidad, ya que los estudios se han realizado en adultos.
Hasta aquí parece que cualquiera de los dos productos son poco recomendables en la población pediátrica. Con el fin de encontrar algún documento que compare directamente ambos productos, hemos lanzado una búsqueda en PubMed. Extraemos los siguientes resultados:
  • Un estudio retrospectivo (1) incluyó 2282 neonatos de madres que recibieron PVP o CH durante el parto. Los autores hallaron una menor incidencia de hipotiroidismo congénito en el grupo de CH. No obstante, es un estudio de cohortes históricas no concurrentes, por lo que los resultados siempre deben tomarse con precaución.
  • Otro estudio publicado en 2016 (2) se realizó una revisión de la literatura en busca de la evidencia que sustentara el uso de una u otra preparación. Incluyeron 36 artículos que trataron sobre la seguridad de PVP, CH y de comparaciones entre estos preparados. La conclusión de los autores es que, a pesar de la falta de evidencia de calidad, la clorhexidina parece ser más efectiva y segura que la povidona iodada. Sugieren que el uso de la preparación acuosa es la más adecuada para minimizar las posibles reacciones cutáneas. Los propios autores señalan que la evidencia hallada es de poca calidad, por lo que se necesitan más estudios (como es muy habitual en pediatría) que nos ayuden a tomar mejores decisiones.
    Además, en este mismo trabajo investigaron sobre el uso de PVP o CH para la preparación de la piel en unidades de críticos neonatales, poniendo el foco en pacientes prematuros (<32 semanas de gestación <1.5 kg). Mediante una encuesta realizada a 28 centros del Reino Unido hallaron que usaban por protocolo propio:
    • 8 - PVP no alcohólica
    • 3 - CH alcohólica
    • 2 - CH acuosa
    • 1 - PVP alcohólica
    • 14 - no disponían de protocolo

Conclusión de Preclic

Ambos productos pueden se usados en ocasiones excepcionales y justificadas por el estado del paciente, con especial atención cuando se trata de neonatos pretérmino.
Con lo que sabemos hasta la fecha, parece razonable inclinarse hacia el uso de clohexidina acuosa a la menor concentración eficaz según el caso. 

Y como es habitual, no existen suficientes estudios en población pediátrica para poder dar unas recomendaciones basadas en evidencia sólida. Por tanto, siempre que se plantee el uso de cualquiera de los dos debemos tener en cuenta las limitaciones y recomendaciones del producto concreto.

Bibliografía

1. Valizadeh M, Moezzi F, Khavassi Z, Movahedinia M, Mazloomzadeh S, Mehran L. Influence of topical iodine-containing antiseptics used during delivery on recall rate of congenital hypothyroidism screening program. Journal of Pediatric Endocrinology and Metabolism. 2017;30(9). 

2. Jackson C, Kazmierski M, Ng A. Evaluation of Antiseptic Use in Pediatric Surgical Units in the United Kingdom—Where Is the Evidence Base?. European Journal of Pediatric Surgery. 2015;26(04):309-315.



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