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jueves, 3 de noviembre de 2022

Sal, aceite y vinagre...para ensaladas sí, ¿y para estomas?

 

No sabemos si vosotros sois fans de echarle un chorrete de vinagre a las ensaladas (siempre hay pro-vinagres y anti-vinagres). Lo que tampoco sabemos es si ese chorrete de vinagre también se le puede poner a la piel periestomal de las urostomías. ¿Cómo? Pues sí, hoy os traemos una entrada contestando a esta pregunta que nos hacía un PreCliquero (o PreCliquera) vía blog: ¿el ácido acético se recomienda en la piel periestomal de las urostomias  para mejorar su limplieza y mejorar la adhesión de las bolsas?

Nos cogemos nuestro aderezo y nos ponemos manos a la obra para responder esta pregunta. 


Foto: commons.wikimedia.org




Bancos de preguntas

Hoy Preevid no nos da respuesta a nuestra duda, incluso poniendo distintas palabras clave, como ácido acético y vinagre.


Guías de Práctica Clínica (GPC) 

De la misma manera, y usando términos en inglés (acetic acid, vinegar...) nos pasamos por los metabuscadores de GPC GIN y BIGG-PAHO, así como en las webs de Guiasalud y The National Institute for Health and Care Excellence (NICE). Pero nada, no hay suerte.

Hoy nos damos una vuelta también por la web del Centro español para los Cuidados de Salud Basados en la Evidencia. Rebuscamos entre sus Guías de Buenas Prácticas y encontramos la Guía de Apoyo a adultos que esperan o viven con una ostomía, del 2019. Aunque en esta guía nos dan recomendaciones muy interesantes, y muchos recursos en sus anexos, no nos hablan sobre la limpieza de la piel periestomal.


Revisiones sistemáticas (RS)

Viendo que no hay mucha literatura que nos hable sobre el uso del ácido acético para la piel periestomal de las ostomías (a estas alturas cualquier ostomía nos vale), nos disponemos a buscar las RS en Pubmed, con el truco que ya sabéis ;) 

Hacemos una búsqueda muy amplia, poniendo que busque nuestras palabras clave en todo el texto (no solo en título y resumen): (ostomy) AND (("acetic acid") OR (vinegar)). Aplicamos el filtro de revisiones (en general, no solo sistemáticas) y...¡nada de nada!  😫


Artículos primarios en Medline

Pues nada, ya solo nos queda buscar todo lo que encontremos en Medline a través de Pubmed que no sean RS y que hablen algo del tema, a ver si conseguimos dar con algún tipo de respuesta.

Solo encontramos una serie de dos casos en los que usan gasas humedecidas en este producto para el tratamiento de heridas crónicas, algunos estudios que lo usan como limpiador/biocida en material clínico (como tubos de timpanostomía), otros que evalúan su actividad anti-biofilm (usándolo como gotas para los oídos)... Pero nada relacionado ni un poco con el uso de este producto para la limpieza de la piel periestomal. 


Búsqueda en Google (a lo bruto)

Os confesamos que, ya un poquito a lo desesperado, nos lanzamos a Google y hacemos una búsqueda a lo loco, a ver qué encontramos sobre ostomías y ácido acético (ya nos pica mucho la curiosidad).

Hemos encontrado dos webs con información y recomendaciones a pacientes portadores de urostomías, en las que nombran el vinagre.

  • En esta página del Memorian Sloan Kettering Cancer Center, de Nueva York, recomiendan que en el caso de acumulación de tejido alrededor del estoma se puede empapar una gasa con una dilución de 1 parte de vinagre y 3 partes de agua y aplicar durante 20 minutos. Tras esto, enjuagar y secar la piel.
  • En esta web de cancer.net (que es la página para pacientes de la Sociedad Americana de Oncología Clínica) hacen la siguiente recomendación a pacientes portadores de urostomías: "cuando su orina es más alcalina, por encima de 7, se pueden formar cristales en su estoma. Estos cristales pueden irritar la piel del estoma y causar sangrado. Puede reducir estos cristales aplicando una compresa de vinagre en el estoma. Remoje un paño limpio en partes iguales de agua y vinagre, y sosténgalo sobre el estoma hasta que disminuyan los cristales".


Conclusiones de PreClic


  • No hemos encontrado ninguna evidencia sobre el uso de ácido acético/vinagre para la limpieza de la piel periestomal en pacientes portadores de urostomía. 

  • Solo hemos encontrado un par de recomendaciones para pacientes, en el caso de presentar cristales en el estoma o un sobrecrecimiento de tejido alrededor del mismo. Sin embargo, no hemos podido encontrar la fuente en las que se basan estas recomendaciones


Pues nada, una técnica que parece no tener fundamento, al menos de momento. Y vosotros , ¿usáis este producto para la limpieza de los estomas? ¿Y para algo más (en la práctica clínica? Si es que sí, no dudéis en lanzarnos la pregunta para buscar y rebuscar la evidencia, ¡que nos encanta!


jueves, 6 de octubre de 2022

Cambios en cánulas sintéticas

Recibimos un aviso, hay un nuevo mensaje en el buzón del Blog de PreClic 📬Ángela nos contacta para saber "¿Cada cuánto se debe cambiar una cánula de traqueostomia tipo shiley?". Algún PreClic encasillado en cánulas le da al botón rojo 👇🚨y la silla gira... ¡Ángela! tu pregunta está dentro de PreClic.

Vamos a canulear un poco esta tarde... ¡me encanta este royo!

Foto de canva (https://www.canva.com)


Bancos de preguntas

Nuestro paso semanal por nuestro amado Preevid esta vez no nos devuelve respuestas. Vamos a seguir avanzando. 

Navegamos por Picuida, tenemos una entrada en el banco de preguntas sobre la cuidados en pacientes laringectomizados, pero no aporta respuesta a la pregunta de hoy.

Guías de Práctica Clínica (GPC)

Pasamos al campo de las GPCs y empezamos por GuiaSalud. Esta vez no encontramos información al respecto.

En GIN (metabuscador GPC) no encontramos material relacionado con la frecuencia del cambio de cánula. Y en su homólogo BIGG, no nos ofrece nada nuevo bajo el Sol.

NICE tampoco ofrece guías que nos indiquen el tiempo para el cambio de tubo de traqueostomía. Pero en la Agency for Clinical Innovation (ACI) de Nueva Gales del Sur (Australia) 🦘hemos encontrado una guía de manejo de la traqueostomía muy fresca (2021). En sus recomendaciones para el cambio de cánula completa nos recomienda:

  • Que la decisión del cambio de cánula ha de ser tomada por el equipo interdisciplinar. Y debería estar registrado en la historia clínica del paciente (Consenso).
  • Los procedimientos locales han de tener en cuenta las recomendaciones del fabricante sobre la frecuencia del cambio de cánula (Consenso).
Aunque es muy completa y actualizada, no responde de manera clara a la pregunta que nos hacía Ángela. Lo mismo pasa en GuidelineCentral. Menos suerte hemos tenido en Choosing Wisely, nada de nada.

Revisiones sistemáticas (RS)

No hemos encontrado RS sobre el tema en Cochrane Library.

Bases de datos

Llegados a este punto y según las características de edad en las que se pueden clasificar los estudios vamos a presentar los resultados obtenidos por edad.

Estudios en pacientes pediátricos:

Desde nuestra búsqueda en Pubmed destacamos un estudio de series de casos del 2008 al 2013, de Van Buren en 2014 que presenta buenos resultados en pacientes pediátricos en primer cambio durante el tercer día post quirúrgico, presenta sesgos acordes al tipo de estudio y supone un estudio de mayor repercusión que los consensos o revisiones narrativas.

Y si conocía ya el artículo de primer cambio de cánula en paciente pediátrico al tercer día ¡no se pierda la revisión retrospectiva que concluye que se puede decanular al segundo día! Woods en 2019 realizó este estudio con una muestra de 26 pacientes en el grupo de cambio a los dos días. Así que tomaremos este artículo con precaución, por el tamaño de su población y las características del tipo de estudio. 

Ya entrando en la década de los veinte, obtenemos una revisión narrativa de 2020 sobre cuidados de la traqueostomía en pacientes pediátricos. De ella destacamos la referencia al consenso de 2013 de Mitchell y el grupo internacional de ORL pediátrica en 2016, que establecieron el primer cambio entre el quinto y el séptimo día en pacientes pediátricos.

Pero si Cochrane no ha encontrado revisiones sistemáticas, sí que nos ha localizado un ECA de Chorney en 2020, sobre el primer cambio de cánula de traqueostomía en paciente pediátrico. Este estudio relata que el primer cambio no tiene que darse a los siete días como es convenido, sino que a los cuatro días da lugar a menos heridas periostomales, menos sedación y un alta más temprana de los cuidados intensivos. No obstante, este es un estudio muy pequeño (n=15) y deberíamos considerarlo un estudio de interés para desarrollar futuros más potentes.

De vuelta a Pubmed, hemos dado con una GPC de la "American Association for Respiratory Care" de 2021, sobre el manejo en paciente pediátrico, que nos indica que la evidencia de bajo nivel apoya el cambio de una cánula de traqueotomía en el tercer día postoperatorio en pacientes pediátricos sin riesgo de aumento de las complicaciones (nivel de evidencia B). Además, en paciente pediátrico en los cambios rutinarios, las cánulas de traqueotomía deben cambiarse según sea necesario debido a la obstrucción y con regularidad, como mínimo cada 1-2 semanas (nivel de evidencia B).

Pacientes adultos.

Nos pasamos a PubMed para hacer una búsqueda, hacernos un "Back to the future" para irnos a 2010, cuando White y sus compañeros escribieron "When to change a tracheostomy tube", entre las razones por las que cambiar una cánula de traqueostomía relatan:

    • Primer cambio a los 7 o 14 días de su inserción. 
    • Cambio para reducir el calibre de la cánula. 
    • Cambio de rutina cada 60-90 días. 
    • Mal posicionamiento en tanto a diámetro como a longitud. 
    • Asincronía entre ventilador y paciente (sospecha de problema de la cánula). 
    • Pérdidas del balón de neumotaponamiento. 
    • Roturas de la cánula.
    • Para permitir el paso del fibroscopio. 
    • Cambio del tipo de cánula.
En cuanto al cambio rutinario destaca las variabilidad según las instituciones. Entre las causas para este describe:
    • Prevención de granulomas (cada 2 semanas)
    • Prevención del bloqueo de la cánula por secreciones.
    • Facilitación de la ventilación o el habla.
    • Prevención de biofilm (1 mes, en cánulas poliméricas, pero no hay suficientes datos).
Llegados a este punto revisa las recomendaciones de cambio de cánula de los fabricantes:
Sobre este artículo hay que indicar que es una revisión narrativa sin análisis de los estudios en los que se basa. Por lo tanto, presente un nivel de evidencia bajo. La fecha de su publicación hace que nos tengamos que revisar los datos que presenta y los hemos actualizado con los enlaces que podéis ver en la lista anterior.

Otro estudio de cohortes recuperado realizado en 65 pacientes, revisó las diferencias en la colonización de cánulas de traqueostomía comparando cambios de menos de 4 semanas y de más de 4 semanas. En este punto debemos de destacar que la pauta del centro era el primer cambio de cánula entre las semanas 2-4 y posteriormente cada 4-6 semanas, llegando a 3 meses en el entorno domiciliario. Los resultados no encontraron diferencias entre el grupo de menos de 4 semanas y el grupo de más de 4 semanas en tanto a la colonización del dispositivo.


Conclusión de PreClic

  • Los cambios de cánula de traqueostomía de PVC (Shiley) se deben de llevar a cabo en base a la evidencia de los estudios, las recomendaciones del fabricante, el estado clínico del paciente y el consenso del equipo multidisciplinar. La decisión debe quedar registrada en la historia clínica.
  • Criterios para cambios de cánula:
    • Cambio para reducir el calibre de la cánula. 
    • Mal posicionamiento en tanto a diámetro como a longitud. 
    • Asincronía entre ventilador y paciente (sospecha de problema de la cánula). 
    • Pérdidas del balón de neumotaponamiento. 
    • Roturas de la cánula.
    • Para permitir el paso del fibroscopio.
  • En pacientes pediátricos y neonatales:
    • La recomendación general del primer cambio es de 5 a 7 días. No obstante, la última evidencia se decanta por cambios tempranos a partir de los 3 días.
    • La recomendación general de cambios rutinarios es según clínica o cada 7 -14 días.
  • En pacientes adultos:
    • Primer cambio: La recomendación general del primer cambio es de 7 a 14 días.
    • Cambios rutinarios: cada 28-30 días (pesa la recomendación del fabricante).
Esperamos haber contestado tus dudas Ángela, en todo caso la Asociación Española de Enfermería en Otorrinolaringología (AEEORL) es un grupo de profesionales que siempre nos puede echar una mano en estos temas. Te invito a seguirles.

viernes, 1 de julio de 2022

Sonda aquí y sonda allá... aspírame, aspirame!

Cuando aplicamos la técnica de la aspiración, muchas veces nos preguntamos si es necesario cambiar de sonda de aspiración para pasar de tracto respiratorio a bucal. Pero no hay nada como que un compañero desde la otra parte del charco también se lo plantee, para darte cuenta de que no es una pregunta baladí. Armando Nazareth Diaz desde México nos preguntaba a través de Facebook:



Armando aspiramos a poder responder tu pregunta ¡Allá vamos!


Video: Canva.com


Bancos de Preguntas

Empezamos por lo básico y estudiado, Preevid nos ofrece una pregunta respondida que compila los "Cuidados más eficaces en pacientes críticos con ventilación mecánica invasiva" Si bien en ella podemos encontrar una buena síntesis de intervenciones según evidencia, no trata directamente la pregunta de hoy. No obstante, os la dejamos porque consideramos que es un buen recurso para revisar la evidencia actual a fecha de 2020 ¡No ha pasado ni una pandemia desde entonces!
Revisamos también Picuida, nuestro banco de preguntas más andaluz, pero no encontramos preguntas respondidas al respecto. Así que nos pasamos a las GPCs. Lo que no sé es si cambiar para esto la sonda 😋

Guías de Práctica Clínica (GPC)

Tras la última entrada del baúl de Preclic, no podemos trabajar con GPCs sin utilizar GIN y BIGG-PAHO (Estamos muy inlove con estos metabuscadores).

Fuente: Tenor.com

En GIN hemos encontrado una hoja de prácticas basadas en la evidencia de The Joanna Briggs Institute, pero no aclara la duda de Armando, además que es del año 2000 y estaría para revisar.

Es el turno de BIGG-PAHO, nos devuelve un artículo del Proyecto de Neumonía Zero del año 2014. Vale, que ha llovido y las sondas de aquel entonces deben estar más amarillas que una Foley, pero es que aun así no aporta... ¡pues aparta! 👅


Revisiones sistemáticas

Nos vamos con el vacuómetro a tope (120-150 mmHg en adulto) y nos metemos hasta el fondo con la Cochrane, pero ninguna revisión trata el tema.

Búsqueda de Ensayos Clínicos Aleatorizados

Aprovechamos la búsqueda en The Cochrane Library y revisamos los ECAs que nos ofrece, pero tampoco hay nada específico.

Hemos realizado varias búsquedas en Pubmed con los términos "suction", "trach*","oral" o "mouth". No obstante los resultados revisados no ofrecían respuesta al planteamiento de Armando.


Conclusiones de PreClic

  • No hay evidencia en el uso de las aspiraciones con una misma sonda entre diferentes vías en el adulto.
  • Si bien algún documento habla de la asepsia de la técnica, del material o del número de aspiraciones con una misma sonda, no se hace referencia a realizarlo sobre diferentes vías.
  • No hemos encontrado evidencia respecto a la limpieza aséptica de la sonda para su reutilización. Sin embargo, las sondas de fábrica se presentan estériles para la técnica y un segundo uso tras un lavado supone un uso "out of label" del producto sanitario.
  • Se precisan estudios básicos con un planteamiento pertinente sobre la adecuación de la técnica planteada. Especialmente razonando los beneficios en salud que podrían suponer para el paciente o la buena gestión de los recursos materiales. Siempre hablando de aspirar de zonas más estériles/asépticas a zonas más sucias.
Armando, aspirábamos a mucho, pero nos hemos quedado en nada. Lo lamentamos. Pero es una oportunidad para trabajar.

Un saludo,



jueves, 16 de junio de 2022

Heridas quirúrgicas, infección... de eso VAC la cosa

Esta semana de calor traemos una pregunta que nos comentó nuestra amiga Yolanda sobre el uso de los sistemas de presión negativa (comunmente conocidos como VAC, del inglés Vacuum Assisted Closure). 

¿Está justificado el uso del VAC de forma preventiva en las cirugías abdominales para evitar infección del sitio quirúrgico?

Fuente imagen: Wikipedia

Nos ponemos manos a la obra para encontrar si hay evidencia que soporte este uso. 

Bancos de preguntas

En Preevid encontramos algunas preguntas que podrían guardar relación. En una de ellas, se indica que la terapia de presión negativa con instilación podría ser de utilidad en las heridas quirúrgicas, sin especificar si esto se debe hacer de forma preventiva. 

En otra se explica que, según una revisión sistemática, en fracturas abiertas que se curan por segunda intención tras cirugía, aparecerían menos infecciones en pacientes curados con VAC que sin él. No obstante esta diferencia no se aprecia en otro tipo de heridas crónicas según la misma fuente. Además indican que en un ECA obtienen como resultado una disminución drástica de la tasa de infección en las heridas por laparotomía contaminada si se curaban con sistemas VAC, frente a las curas convencionales.

Intentamos en PiCuida sin tener resultados sobre nuestra pregunta.

Guías de práctica clínica

En GuiaSalud no encontramos guías sobre el uso de estos dispositivos, tampoco recomendaciones de no hacer relacionadas. 

Buscamos tambien en NICE, donde encontramos una guía de 2021 en la que se apuesta por el uso del VAC en heridas infectadas que no respnden a tratamientos convencionales, incluyendo heridas quirúrgicas. No obstante esta apuesta se hace con una evidencia que describen como escasa y mejorable.

Revisiones sistemáticas

Navegando por Cochrane library encontramos una revisión sobre manejo de heridas abdominales abiertas sin traumatismo previo, incluyendo así las quirúrgicas. En ella se concluye que, debido a la escasa y baja calidad de la evidencia que encuentran, no es posible saber si el efecto de la terapia de presión negativa sea realmente más efectiva que otras formas de curar, pese a que en los ensayos que incluyen si que se apuesta por este tratamiento, aunque con metodologías pobres. 

En un a revision bibliográfica del instituto nacional de salud de Perú se describe que los resultados de cuatro revisiones sistemáticas muestran que la terapia de presión negativa puede reducir la tasa de infección del sitio quirúrgico, pero no obtienen evidencia suficiente para otros desenlaces como: tasa de mortalidad, tasa de dehiscencia, incidencia de seroma y tasa de reintervención. 

No dejamos de visitar MedLine-PubMed con el filtro de revisiones sistemáticas, donde encontramos una revisión de 2021 en la que se concluye que la evidencia existente sugiere que el uso de las terapias de presión negativa sobre el sitio quirúrgico de forma profiláctica puede ser útil para disminuir la tasa de infección, no pudiendo generalizarse su recomendación debido a la aún escasa literatura. 

En otra se compara el uso de antibióticos con la presión negativa en las heridas quirúrgicas para evitar infecciones, siendo la conclusión final que, siendo la terapia VAC útil para evitar infecciones, no se puede recomendar su uso para retirar la antibioterapia debido a la poca evidencia de los estudios incluidos.

Búsqueda bibliográfica

En un ensayo clínico sobre cirugía pancreática concluyeron que no había diferencias entre el grupo tratado con VAC y el grupo tratado con apósitos estándar.

En un estudio de cohortes retrospectivo sobre cesáreas en embarazadas con obesidad concluyeron que había mayor riesgo de infección relacionado con el uso de terapias de presión negativa.

En otro ensayo de cirugía abdominal conluyeron que, no habiendo diferencia en la tasa de infección, si que se mostraban menores tasas de dehiscencias en el grupo de tratamiento de presión negativa.

Conclusión de PreClic

Si bien es cierto que la terapia de presión negativas parece ser un buen sistema para acelerar la cicatrización, la evidencia que encontramos todavía no apuesta por su uso de forma rutinaria preventivamente en heridas quirúrgicas abdominales, habiendo encontrado estudios que muestran resultados heterogéneos y revisiones que no permiten concluir claramente que tratamiento es mejor para evitar las infecciones.

jueves, 19 de mayo de 2022

Flebitis relacionada con el catéter...¿qué le pongo?

Paños fríos, heparina, camomila, agua de Burow, vete tú a saber...Hace unos meses nos dio por echarnos un flusflus de agua de Burow (nos sigue recordando al nombre de una colonia) y buscar qué evidencia había sobre su uso en el tratamiento de flebitis. Podéis echar un vistazo aquí (Spoiler: no hay evidencia).

@Piti_DUE nos hizo el siguiente comentario:



Nos encanta su "usar cosas pa ná es tontería"...¡nos lo tatuaríamos! Así que sí, Pedro, nos lanzamos hoy a revisar cuáles son los tratamientos efectivas para los casos de flebitis...¡Allá vamos!

Bancos de Preguntas

Si es que no nos fallan nunca, de verdad. Ha sido poner únicamente "flebitis" en el buscador de Preevid y ya tenemos una entrada de su banco de preguntas que nos viene al pelo: Tratamiento de flebitis en brazo producida por catéter venoso periférico. Esta pregunta es una revisión de una pregunta anterior que publicaron en 2013. En esta actualización encontraron un sumario de evidencia y tres revisiones sistemáticas (RS). ¿Qué decía esta evidencia?

  • En general, el tratamiento inicial de la flebitis superficial relacionada con los catéteres intravenosos periféricos consiste en interrumpir la infusión intravenosa y extraer el catéter periférico. El cuidado sintomático incluye elevación de la extremidad, aplicación de compresas tibias o frías y administrar agentes antiinflamatorios no esteroides orales.
  • Una de las RS evaluó los efectos de aloe vera, chamomilla recutita y notoginseny; pomadas heparinoides y geles de heparina; antiinflamatorios como el diclofenaco y vasodilatadores como la nitroglicerina.  Aunque se encontró evidencia moderada de la eficacia del notoginseny, el diclofenaco y el gel de heparina, solo esta última es un compuesto con indicación de la Agencia Española del Medicamento para tratar la flebitis post-perfusión.
  • Otra RS evaluó el uso del aloe vera. Aunque la conclusión de los autores fue que  la aplicación externa de aloe vera fresco solo o combinado con otro tratamiento sin aloe vera puede ser eficaz para  el tratamiento de la flebitis, estos resultados deben tomarse con cautela debido a la baja calidad metodológica de los ensayos incluidos.
  • En la última RS se incluyeron ECAs con diferentes tratamientos para la flebitis, entre ellos: tratamientos tópicos, orales y un tratamiento parenteral (dos estudios). La conclusión fue que los estudios incluidos tenían una baja calidad metodológica, por lo que, como no, los resultados tienen que tomarse con cautela.

Guías de Práctica Clínica (GPC)

Aunque esta semana Preevid ya casi nos ha dado la respuesta definitiva, vamos a hacer nuestra habitual ronda por las GPC (y alguna cosita más).

Nos pasamos por GIN y BIGG-PAHO, aunque esta vez no encontramos resultados en estos  metabuscadores de GPC. En Guide Central tampoco hemos tenido suerte. En NICE (Reino Unido) y RNAO (Canadá) tampoco. Volvemos a dar una vuelta a GuiaSalud buscando nuestra querida GPC sobre terapia intravenosa (¡caducada!, es del 2014). tampoco nos dice nada sobre el tratamiento de la flebitis. Aunque en su punto 10 sobre futuras líneas de investigación, este es uno de los temas que proponen los autores de la guía, debido a la falta de evidencia que han encontrado.


Revisiones sistemáticas

Ale pues, saltamos escalón. Con la entrada de Previd ya nos hemos dado cuenta que alguna que otra revisión sobre el tema hay. Hoy buscaremos desde el momento que se publicó la entrada de Preevid, a ver que hay de nuevo.

Hoy os traemos un truqui de la Cochrane. Nos hemos dado cuenta que una de las RS que cita Preevid es una RS de la Cochrane de 2015. ¿Habrán hecho una actualización posterior? Una de las formas de averiguarlo es entrando en la RS que cita Preevid, hacemos un poco de scroll hacia abajo y en la derecha encontramos "About this review" y "versión history". Le damos ahí y podemos ver la RS original y todas sus actualizaciones (pantallazo abajo). En nuestro caso, no hay actualizaciones posteriores...vaya.

Fuente: cochranelibrary.com


Buscamos RS en Medline a través de Pubmed y encontramos 36 RS (no todas tratan de la flebitis post-transfución). Nos quedamos con una RS del 2020 que tratan específicamente del tema:

  • El objetivo de esta RS fue identificar y evaluar la eficacia de las intervenciones tópicas utilizadas para prevenir o tratar la flebitis relacionada con la terapia intravenosa. Incluyeron 6  ECAs relacionados con el tratamiento de la flebitis desde 1998 hasta 2019. Los tratamientos estudiados fueron: aceite de sésamo, gel de emulsión de diclofenaco al 1 %, gel de heparina bovina, parche transdérmico de nitroglicerina y té de manzanilla. Debido a la alta heterogeneidad entre los estudios y el alto riesgo de sesgo de los mismos, los autores concluyeron que no hay pruebas sólidas que indiquen que se deba usar una intervención específica para prevenir o tratar la flebitis relacionada con la terapia intravenosa.

Búsqueda de Ensayos Clínicos aleatorizados

Con la misma búsqueda (esta vez poniendo "phlebitis" solo en el título) y poniendo el filtro de ECAs, encontramos 16 publicaciones. Todos los estudios que encontramos en esta búsqueda ya han sido incluidos en las RS que hemos comentado, así que...no haremos faena doble!

Por cierto, nos llama la atención los pocos ECAs que hay sobre el tema (ahí dejamos esta reflexión).


Conclusiones de PreClic

Parece que con la evidencia disponible no es posible determinar si hay un tratamiento que sea eficaz para el tratamiento de la flebitis relacionada con el catéter. Esto se debe a que los estudios que se han hecho hasta ahora tienen baja calidad metodológica y son muy heterogéneos entre sí.

Las recomendaciones actuales sobre el el tratamiento inicial de la flebitis relacionada con los catéteres intravenosos periféricos consiste en interrumpir la infusión intravenosa, extraer el catéter periférico y tratar la sintomatología (con  aplicación de compresas tibias o frías y fármaco antiinflamatorios no esteroides orales)

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Extra: Antes que curar....¡Prevenir!

Igual que nuestros compañeros de Preevid, os dejamos aquí las recomedaciones de la iniciativa Flebitis Zero para prevenir las flebitis relacionadas con el catéter:

  • Elección adecuada del tipo de catéter (Calibre más pequeño y longitud más corta necesarios para garantizar el tratamiento, evitar zonas de flexión).
  • Higiene de manos (antes y después de inserción, acceso manipulación, del catéter y del apósito).
  • Preparación de la piel con 
    Clorhexidina alcohólica de concentración > 0,5%.
  • Mantenimiento aséptico de catéteres (uso de apósito estéril transparente, limpiar puerto de acceso antes de acceder, acceso con dispositivos estériles y sin agujas, Sustitución de los sistemas de administración continua con una frecuencia superior a 96h e inferior a 7 días, salvo en la administración de sangre, hemoderivados y soluciones lipídicas.
  • Retirada de catéteres innecesarios o cuando se presente signos de flebitis o mal funcionamiento.